Global Bass Online                                                                                                            March 2000

Home Up Global Bass Online Search Discuss this issue

David King in Spanish

Up
GlobalBass.com
Global Bass Station
Global Bass Search
Global Bass Archives

 

 

Zon Bass

 

 

ABRIÉNDOSE PASO A TRAVES DE LA JUNGLA

 

por David J. King

traducción de Sebastián Caffini

 

DAVID J. KING, luthier de bajos y consultor en sistemas de amplificación para bajo, reflexiona sobre las maneras de sobrellevar la eterna batalla entre los que creemos escuchar sobre el escenario y lo que el público realmente escucha. 

 

Querido Lector:

Siempre me ha impresionado la preponderancia del mal sonido del bajo en los conciertos. Los músicos suben al escenario con miles de dólares en equipamiento y el bajo de sus sueños, y sin embargo los resultados no son nada alentadores. El sonido a menudo parece nebuloso y plagado de ruidos ajenos. Los esfuerzos del desafortunado sonidista usualmente son inútiles, no tiene más remedio que bajar el volumen del bajo en la mezcla, inevitablemente compensando en el sonido general con más volumen del bombo. Muchos bajistas no toman conciencia de estas contingencias, relegándole esa responsabilidad a otros, por alguna razón, desde hace tiempo. 

Los desafíos para lograr un buen sonido de bajo en vivo son muchos. La mayoría de los músicos imagina su sonido como en un vacío, existiendo por sí mismo, de modo que desafortunadamente lo que suena bien al tocar solos en sus dormitorios tiene muy poco que ver con le que se necesita en los conciertos. Cuando las bandas practican y ensayan se piensa muy poco en cómo los instrumentos se mezclan entre sí y en el lugar de cada uno en el espectro sonoro. Los guitarristas deliran por agregarle graves a su sonido, mientras que los bajistas creen que cada siseante detalle del sonido de las cuerdas nuevas debe ser retransmitido a las masa. Entre tanto, los bateristas cubren concienzudamente el espectro sonoro entero, desde el bombo hasta el hi hat. 

El resultado es que nadie se escucha correctamente y surge una carrera de volúmenes tanto en la sala de ensayos como sobre el escenario. Los bajistas pueden competir en el mejor de los casos produciendo fundamentales claras y gordas enriquecidas con medios limpios …y no mucho más. 

Podríamos comenzar la búsqueda de un buen sonido en vivo aprovechando algunas pistas dadas por los pioneros del bajo eléctrico de los ’50 y los ’60. Con equipamiento muy modesto fueron capaces de propagar su música de una manera efectiva y memorable, a menudo empleando bajos de escala corta con cuerpos huecos y cuerdas planas prehistóricas. Pocos de nosotros toleraríamos el sonido de cuerdas viejas hoy en día, pero debiéramos considerar que mucho del sonido de cuerdas nuevas es un mero caos de frecuencias agudas. Sobre el escenario, la guitarra, los platillos de la batería y otras fuentes de frecuencias agudas van a esconder la mayor parte de esos agudos. Tratar de abrirse paso en la mezcla enfatizando los medios y agudos no va a clarificar el sonido del bajo, porque su contenido armónico es mayormente ruido de dedos, la vibración de las cuerdas adyacentes y trasteos o soplidos. 

Mucho se puede ganar filtrando el sonido antes de amplificarlo. La claridad del bajo es determinada por la forma de la onda sonora. Ciertas formas de onda se abren camino mejor que otras. Por supuesto que lo mejor es acomodarse a la canción con el sonido apropiado y recién entonces buscar la claridad desde ahí, eliminando las partes de la señal que no son esenciales. En la práctica esto significa tener un par de bajos diferentes, usando micrófonos activos o pasivos. 

Si tocas varios estilos en un mismo show vas a necesitar chequear el sonido en cada cambio, desde el reggae hasta el jazz suave, para comprobar como responde el salón. Además, si tocas regularmente en los mismos lugares, debieras tomar notas escritas en cada salón, así cuando vuelvas ahorrarás tiempo, si ya conoces como suena el lugar. Habla siempre con los sonidistas del lugar para ver qué cosas funcionan. Ellos apreciarán tu preocupación y se esforzarán por ayudarte luego. 

Si tienes un amplificador grande y tocas en un lugar pequeño, manténte completamente fuera de la mezcla. Con una sola fuente de sonido es más fácil evitar cancelaciones de frecuencias dentro del salón. Para un sonido más profundo, arma tu amplificador contra la pared del fondo del escenario o en un rincón. Si los graves prevalecen demasiado, mueve el amplificador hacia el centro del escenario. Los parlantes de diez pulgadas tienden a proyectar el sonido concentrado en una franja angosta y no son muy buenos para llenar de sonido grandes salones. Si usas esta configuración puedes intentar ubicar el amplificador “de espaldas”, con los parlantes enfrentando la pared del fondo del escenario, para propagar mejor el sonido, pero perderás algunos agudos de esa forma. 

Si tomas el sonido del parlante con un micrófono, asegúrate de no distorsionar sobre el escenario. Una caja directa (D.I.) es mucho mejor, y mucho mejor todavía es comprar tú mismo una que te guste. Es una pequeña inversión que puede hacer una gran diferencia. La mayoría de los amplificadores y preamplificadores modernos vienen con caja directa incorporada (N. del T.: si tu amp tiene una salida en forma de ficha XLR, tiene caja directa) que funcionan bien, pero de todos modos debieras experimentar. Algunos de los mejores bajistas que conozco sólo usan una caja directa y los monitores del escenario para escucharse, dejando sus amplificadores en casa. Suenan mejor y además se ahorran dolores de espalda. 

Mantén tu volumen de escenario en el mínimo si además sales por la consola de sonido del lugar. Las cajas de dos parlantes de diez pulgadas son lo mejor para monitorear, ubicándolas a la altura de los oídos o en ángulo desde el escenario. Úsalas de costado en lugar de apuntarlas indiscriminadamente al público. Esto permitirá que los parlantes principales (por donde suena el resto de la música) suenen mejor y no confundirás al sonidista con una fuerte señal de bajo apuntada directo a la consola. La última tendencia es el uso de monitoreo en auriculares para toda la banda y un “corral” de plexiglas alrededor del baterista. Estos sistemas son todavía caros, pero puede ir armándose uno lentamente comenzando por los cantantes, a quienes aparentemente les encanta. 

Dile al sonidista que quieres menos volumen general. Un sistema de sonido trabajando a 100dB va a tener suficiente resto y va a sonar mucho mejor que un sistema en el límite, a 129dB. El bajo requiere la mayoría de la potencia en un sistema de sonido, de modo que si toda la potencia se usa para el bombo, reverbs y voces, tus frecuencias graves no pueden ni empezar a competir. Tu público se irá a casa con zumbido en los oídos y sin escuchar una sola de tus notas. Recientemente escuché algo sobre un club que usa un transmisor FM de baja potencia en lugar de un sistema de sonido. De esta forma cada miembro del público tiene sus propios auriculares y pueden ajustar sus volúmenes a gusto. 

Eso sí que es utópico.

 

Se puede localizar David en su sitio, y ver algunos de sus maravillosos bajos, en http://www.kingbass.com/, o contactarlo por e-mail en david@kingbass.com.

 

 

Home ] Up ]

Copyright © 2000-2009 Global Bass Online
Last modified: June 16, 2009