Global Bass Online March 2000 |
Zon Bass
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MICHAEL MANRING LA VIDA COMO UN BLANCO MOVIL por Warren Murchietraducción
de Sebastián Caffini Global Bass orgullosamente presenta una
entrevista con Michael Manring, bajista de renombre mundial. En noviembre pasado
el sello discográfico de Michael, Alchemy Records, lanzó “THE BOOK OF
FLAME”. Más etéreo y onírico que el anterior “Drastic Measures” o que
el lisa y llanamente rockero “Thonk”, con este “The Book of Flame”
Michael una vez más extiende los límites del bajo. La estelar técnica de Michael, que
incluye su sorprendente capacidad para tocar conciertos completos por sí solo,
nos fuerza a aquellos menos aventureros de nosotros a reexaminar qué es lo que
puede y qué es lo que no puede hacer el bajo. Michael viaja regularmente a
lugares donde los musicalmente tímidos temerían acercarse. Para ser más
precisos, Michael regularmente ocupa una estratósfera musical que la mayoría
de nosotros nunca ha visitado, o cuya existencia desconocemos. Para aquellos que nos hemos preguntado
miles de veces si el camino a seguir es una educación formal en un lugar como
BIT o el autodidactismo, parece cantado que Michael Manring, uno de los mejores
bajistas contemporáneos y “héroe del bajo” para varias decenas de miles de
bajistas, podría tener una respuesta clara y precisa MM: Bueno, fui a Berklee por alrededor
de siete meses, pero me considero en gran medida autodidacta. Más o menos como
todo el mundo, me salió un trabajo, me fui de gira y no volví. De hecho me
arrepiento en parte. En cierta forma siempre he querido volver y aprender más.
Es que hay mucho para aprender sobre la música. Armonía, composición y la música
de diferentes culturas y tantos compositores brillantes. Es mi sueño, en algún
punto de mi vida, volver a un ambiente más académico. Eras
muy amigo del brillante guitarrista Michael Hedges. ¿Su súbita muerte todavía
te afecta? MM: ¡Dios! Creo que algunos no sabían
cuán amigos éramos. Empecé a tocar con Michael cuando tenía 18 años. Prácticamente
crecí tocando con él. Antes de que los dos tuviéramos nuestros respectivos
contratos, tocábamos por 50 dólares y dormíamos en la parte de atrás de su
camioneta. Era un gran amigo y lo admiraba mucho. Era un ser humano
extraordinario. ¿Y un músico extraordinario? MM: Sí, pero más como ser humano que
como músico. Creo que podría decir que siempre que estuve cerca suyo ocurrían
cosas extraordinarias. Cosas que desafiaban la lógica a veces. Michael estaba
realmente en contacto con algo. A menudo me preocupaba que algo le sucediera
porque siempre vivió muy en el límite. ¡Se arriesgaba mucho! ¿Se arriesgaba físicamente, como
Jaco? MM: ¡Había muchas similitudes entre
ellos! Y créeme que he hecho mucha introspección. También estudié de Jaco. ¿En serio? MM: Sí, porque también fue una figura
importante en mi vida. No tuve una amistad con él, fue más una relación
estrictamente de profesor a alumno. No pasé mucho tiempo con él. Hoy en día es bien sabido que Jaco
realmente no fue siempre responsable de su conducta “bipolar”, siendo maníaco
depresivo. Su enfermedad fue fuente de un gran genio musical, pero le costó
muchos amigos también. MM: Sí, era maníaco depresivo. Y además tampoco eligió usar litio
ni otros modificadores del ánimo. MM: Bueno, la historia de Jaco es muy
complicada, muy trágica. ¿¿Te molesta hablar de ello?? MM: No, no me molesta porque me pasé
mucho tiempo tratando de procesarlo mentalmente. Esta gente eran mis héroes.
Jaco, Michael y mi padre. Lo de Jaco fue tan trágico más que nada porque era
muy autodestructivo. Mucha gente ofreció ayudarlo y lo hospitalizaron un par de
veces. Hubo gente que hasta se alegraba de hacerlo hospitalizar par tratar de
mejorarle un poco la vida. Pero estaba realmente decidido a destruirse a sí
mismo. Michael Hedges, también, vivió lo equivalente a diez vidas en su corta
vida. Hizo muchas cosas, muchas cosas extraordinarias. Era increíble. Creo que
podemos tener por cierto, particularmente en el caso de Hedges, de que no hubo
nada que no tuviera la chance de hacer. Me hizo pensar, hasta cierto punto, que
él sabía que iba a morir pronto. Pudo haber vivido mucho más, de eso no hay
duda. Estas muertes inoportunas te hicieron
valorar más tu vida. MM: ¡Buena pregunta! Creo que me gustaría
creer que todo lo que ha sucedido lleva a valorar más la vida. A estar más
despierto para realmente apreciar cuán valiosa es la vida. De hecho fue el haber escuchado lo que
hiciste en “Drastic Measures”, éste disco y “Thonk” lo que me hizo
finalmente tomar coraje para intentar tocar el bajo fretless. Fue una idea
aterrorizadora dado el nivel de precisión necesario para tocar fretless. Es un
instrumento impiadoso para quienes lo encaran a la ligera. MM: Claro que sí. Tienes un margen de
error de un milímetro y nada más. ¿Cómo te la arreglas para mantener
constante la afinación? En un contexto en vivo, ¿es cuestión de apuntarle
ciertas luces al bajo o estás tan cómodo que la iluminación no importa? MM: Esa es una buena pregunta que nunca
nadie me había hecho. Tienes razón, es necesario ver bien y las luces sobre el
escenario son algo muy importante. He tratado de requerir una cantidad adecuada
de luz sobre el escenario, pero sin mucha suerte. Bueno, Greg Lake solía tocar descalzo
sobre una alfombra importada para relajarse y concentrarse durante sus
conciertos. ¿Por qué no armar algo con una buena luz? De esa manera no tendrías
problemas para ver. MM: Esa es una buena idea, que no se me
había ocurrido. Mi problema es que generalmente viajo sólo y por avión.
Siempre estoy en el límite de equipaje que puedo llevar conmigo. No podría
llevarme ni un solo zapato de más. ¡Si vendieras 10 millones de discos
te podrías comprar tu propio maldito avión! MM: ¡Si vendiera 10 millones de discos
me pararía sobre una alfombra también!! Volvamos a ponernos técnicos.
Respecto de los LED’s en el mango del bajo, Alembic tiene LED’s rojos sobre
la parte superior de la trastera. ¿Alguna vez pensaste en pedirle a Zon algo así? MM: En realidad Joe Zon hizo algo raro.
El bajo que es mi fretless principal hoy en día lo diseñamos entre los dos. No
me dijo nada, pero lo puso unos puntitos fluorescentes en el costado del mango.
La primera vez que estuve es un escenario completamente oscuro, ¡el mango se
encendió de pronto! En principio me causó gracia porque sabía que Zon me lo
hizo como una broma, pero de hecho ahora me alegra que estén ahí porque en
muchas ocasiones me resultaron muy útiles. En muchos de los temas de tu disco
“The Book of Flame” estás tú solo, sin más. ¿Se puede trasladar eso a
los shows en vivo? MM: Oh, sí, de hecho durante muchos años
las principales presentaciones que hice fueron así. Inclusive ahora a veces me
lanzo y toco un par de fechas. ¿No es maravilloso y aterrador al
mismo tiempo? ¡Todo descansa sobre ti! MM: Diste en el clavo. ¡Es algo
maravilloso y al mismo tiempo absolutamente aterrador! Para mí es especialmente
aterrador. Hay una especie de especial temor que siento cuando hago cosas solo.
No es fácil dominar ese temor. A veces el temor puede ser delicioso.
¡No puedes fallar! Es a ti a quien vienen a ver. Es tu propia música. ¡El
paquete está intacto! MM: Y eso es de lo que se trata la vida.
Sabes que enfrentando las cosas difíciles es como vas a crecer. Ha sido una
buena experiencia. Es difícil describir cuánto ha significado para mí. El
desafío es el hecho de que quizás estés haciendo algo de una manera nunca
intentada antes. ¡Ahora escuché que estás tocando un
bajo de 10 cuerdas! ¿¿Qué es eso?? ¡El mango debe medir un metro de ancho! MM: Bueno, en realidad son cinco pares.
Fue diseñado para afinar cada par en octavas, pero por supuesto, ni bien lo
tuve le quité las cuerdas octavas y lo afiné completamente demente. Afiné
cada cuerda en una nota diferente. Para mí funciona. ¿Y cuál es la ventaja, además de
marear al público? MM: (Risas) Bueno, marear al público es
un buen propósito. Los descoloca un poco, y así es como aprenden. La ventaja
es que te brinda la posibilidad de tocar cosas que no podrías de otro modo.
Como todo lo que tocas es un intervalo, se pueden tocar acordes ENORMES. ¿Acordes que de otra manera no lograrías? MM: Que no podría lograr porque no
tendría suficientes cuerdas. Te da la posibilidad de tener todas esas notas.
Pero como en todo, hay una desventaja. Hay muchas cosas para las cuales no puedo
usar el bajo de diez cuerdas. No puedo tocar melodías en él, pero abre la
posibilidad de explorar otras áreas. ¿Entonces la razón por la que no
puede llevar ni un zapato de más en las giras es porque llevas demasiados bajos? MM: Trato de mantenerme en tres, pero me
gustaría llevar cuatro o cinco. Escuché que en una ocasión sacaste
el bajo de su estuche y las clavijas se movieron, lo que te dejó con una
afinación irregular, Fa sostenido, Sol, Si bemol y Sol. MM: ¡Pero tampoco estaba afinado normal
cuando lo metí en el estuche! A mis bajos les pasa de todo (risas). Realmente
han soportado palizas. Tengo este bajo que tiene diez años y parece que tuviera
treinta. La primera vez que escuché tu música
me recordó a “In the Dead of the Night” del grupo progresivo Británico
U.K. Las métricas eran muy avanzadas, los agrupamientos corales muy
fragmentados; y los acentos y las cadencias que a menudo son lo primero que
reconocemos de una pieza de música …no estaban!! Recuerdo que le contaba a un
amigo que no podía “oír” la música. No podía darme cuenta cuándo una
estrofa, un estribillo o un puente comenzaban o terminaban. Me desconcertó por
unas semanas pero no podía dejar de escucharlo. A la larga, un día, luego de
dejar de intentar apropiarme de las canciones, comenzaron a abrirse ante mí
como flores. Mientras la música sonaba en la habitación de al lado, suspendí
mi necesidad de analizar todo, quién tocaba qué cosa, si yo también lo podría
tocar, etc., y me desprendí de mi ego. Fue en ese momento cuando todo encajó.
Cuando dejé de intentar mensurar la música, pude apreciar el tamaño de la música.
Lo mismo sucede con tu última producción. Cuando lo escucho siento ciertos
sonidos y percibo imágenes mentales que pasan volando, pero me queda la sensación
de que aún queda mucho más por escuchar, mucho más para dejarse fascinar. MM: Es interesante que lo hayas notado.
Esa es una gran parte de la forma en que veo el mundo. Creo que viene de haber
crecido en el entorno familiar en que crecí. Mis padres eran gente maravillosa,
y mi madre todavía vive. Gente realmente extraordinaria pero con filosofías de
vida prácticamente opuestas. Siempre se llevaron bien y estuvieron juntos hasta
que mi padre murió. Creo que ni siquiera votaron alguna vez por el mismo político.
Pero eran capaces de explicar sus puntos de vista muy elocuentemente, calmados y
racionalmente. Así que crecí viendo todo en la vida desde estos dos puntos de
vista. Así es como veo la vida, veo desde dos puntos de vista y trato de
encontrar el sentido entre ellos. En una pregunta más egoísta ahora, y
dado que tenemos una de nuestras oficinas en Canadá, tengo que preguntarte si
hay alguna chance de que en algún momento des algunos conciertos allí. MM: Lo hice, de hecho hay un festival de
guitarras en Winnipeg donde me hicieron tocar, creo, cuatro años seguidos.
Fueron muy alentadores. También hay un festival en Montreal donde organizan a
su vez festivales de guitarra, batería y bajo. Creo que el festival de batería
es el más grande del mundo, pero creo que todavía no han tenido mucho éxito
con los otros dos. ¿Algún comentario adicional sobre tu
amor por las afinaciones inusuales? MM: Una de las cosas lindas de la
afinación inusual es que las desventajas no son muy severas. Sólo basta
recordar que si no te gusta, en un minuto se puede volver atrás. ¿Usualmente cuánta gente atraes
saliendo de gira tú solo? MM: Probablemente más de quinientos,
pero nunca sé, depende de una serie de factores. Ha sido una carrera
interesante, porque he hecho desde shows para tres personas hasta uno muy grande,
con una banda como teloneros de los Beach Boys. ¿¿¿¿Quién fue el promotor que armó
eso???? MM: Pero creo que había unas siete ú
ocho mil personas, sin embargo. ¿Tocas mucho en universidades y
colegios? MM: No tanto como antes. No estoy seguro
de por qué. No tengo la operatoria de negocios más organizada. Parece extraño que un músico de la
estatura de la que tú gozas entre tus pares no haya elegido seguir la senda de
otros bajistas como Billy Sheehan con Mr. Big. MM: Acepto la “culpa” por eso. Soy
horrible para los negocios. ¿Hay algún grupo de amigos o socios
confiables que pudiera ser bueno en ese aspecto? MM: Tuve gente que se ocupó de mi
carrera por algunos años, inclusive una mujer que hizo un gran trabajo, pero
los otros artistas que ella manejaba se desmoronaron, y no podía ganarse la
vida manejándome sólo a mí. Así que fue en otras direcciones. Tuve un par de
ofertas de otros amigos y estoy tratando de figurar la mejor manera de organizar
todo el negocio. Ciertamente hay gente que ha ofrecido ayudar y yo me siento
afortunado por eso. El desafío para mí es tratar de encontrar la manera de
hacerlo funcionar en mi favor. ¡Es un talento que no tengo! (risas). ¿Durante cuanto tiempo vas a dar
conciertos en apoyo de este disco? MM: Voy a estar trabajando donde sea que
pueda arreglar para tocar. También voy a hacer otro disco ni bien tenga tiempo.
No es la relación usual, donde las bandas contratadas por un sello grande
planean el futuro por años. Más que nada me gano la vida trabajando como
sesionista y acompañando a otra gente. El disco solista es casi una obra de
amor. Me las arreglo para ganarme de la vida parcialmente con él, pero no
totalmente. ¿Se puede componer nuevo material con
una vida tan febril? MM: Si pudiera, me pasaría casi toda la
vida componiendo. Siempre tengo una cantidad enorme de material. Usualmente el
desafío consiste en decidir que dirección tomarán los nuevos discos. En tu show en vivo incluyes una
maravillosa versión de “Purple Haze” (de Hendrix). Tengo entendido que
también incluyes otros clásicos de rock. MM: Hago covers de todo tipo. Toco jazz,
muchos standards, pero también me lanzo con “Eighteen” de Alice Cooper, o
un par de canciones de Nirvana, como “Teen Spirit”. Es divertido mezclar
esas cosas. Y una de las cosas divertidas del bajo es cuando tocas cosas que la
gente no espera de ti. ¿Te
ha sucedido que la gente se te acerque y te pregunte por qué no tocas
simplemente ritmo? MM: Les contesto que opto por la
variedad. Puedo tocar un funk de los ’70 liso y llano una noche y la noche
siguiente algo totalmente improvisado de modo que no suene como un bajo en
absoluto. La noche siguiente a esa puedo tocar un concierto solista, y eso es lo
que hace interesante al instrumento. Hay tantas cosas que se pueden hacer y sin
embargo la gente sigue tratando de encasillarlo en una sola categoría, no
importa cuál sea. Ya sea tocando solo, o acompañando, o lo que fuera, siempre
eso me resulta cansador. Me gustaría que superaran eso, me gustaría que en
general no pensáramos de esa forma. ¿Te parece que algo del
encasillamiento viene de un temor a lo desconocido? MM: Hasta cierto punto es comprensible,
porque no puedes tener una visión tan amplia sobre TODO en la vida. Tienes que
tener algunos preconceptos. Pero creo que hay un punto en el cual todos pareciéramos
adorar esos preconceptos, como si fueran sagrados, cuando en realidad son sólo
conveniencias que nos evitan la molestia de procesar todo de una vez. Las cosas
más interesantes pueden suceder cuando esos preconceptos se debilitan un poco y
se derriban. Hubo un momento en mi vida en que estaba más entusiasmado acerca
de enfrentar ese desafío. Pero a medida que pasa el tiempo se vuelve más y más
agotador. A esta altura de mi vida me gustaría sentir que cuando subo al
escenario no tengo nada que probar. Realmente me gustaría tocar lo que a mí me
parece buena música y no tener que demostrar nada. Cuando era más joven, ese
desafío me gustaba más. En
un nivel más mundano, ¿te haces tiempo para practicar diariamente? MM: Sí, lo hago, me encanta practicar.
Creo que es por eso que mi sentido de los negocios es tan malo. Prefiero pasar
el tiempo componiendo y tocando antes que emplearlo en pensar sobre mi “carrera”.
Y sí, usualmente encuentro tiempo para practicar todos los días. ¡Amo tocar!
Para mí es la experiencia más completa en la vida. Desde que encontré el bajo,
no hubo vuelta atrás. Me consumió la vida. Y aunque nunca hubiera ganado
dinero con ello, habría consumido mi tiempo absolutamente (Nota del director: ¡se me ocurren
por lo menos 25 músicos que encontrarían incomprensible una declaración como
ésta!) En general me da la impresión de que tienes la mayoría de los aspectos
de tu vida equilibrados. MM: Bueno, ¡ciertamente no expondría
mi vida como un ejemplo para nadie! (risas). Pero atravieso la vida como un
desafío. La vida es como un blanco móvil, nunca se queda en el mismo lugar por
mucho tiempo.
La increíble música de Michael se puede encontrar en http://www.alchemyrecords.com/ Para mantenerte al día sobre su agenda de shows, noticias, y otras informaciones, prueba en http://www.manthing.com/ © 2000 Global Bass
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