Global Bass Online May 2000
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BUNNY BRUNEL “TOMA UN TAXI” por Warren Murchie traducción de Sebastián Caffini Desde los primeros momentos del último CD de Bunny,
“CAB”, se puede oír la fuerte influencia que el disco seminal de Return to
Forever “Romantic Warrior”, de 1976, ha ejercido sobre Bunny. Señalado por
muchos durante años como uno de los más acabados ejemplos de jazz/rock/fusión,
“Romantic Warrior” fue igualado en esa época sólo por discos tales como
“Bitches Brew” de Miles Davis y “Birds of Fire” de la Mahavishnu
Orchestra. Ahora Bunny se asocia con el guitarrista y
tecladista rockero/neoclásico Tony McAlpine y el baterista/percusionista Dennis
Chambers para producir un disco con todos los puntos fuertes de aquellas
monstruosas grabaciones de otrora. A pesar de parecer mirar hacia atrás en
busca de inspiración, el disco de Brunel se sostiene por sí mismo
extremadamente bien. La música de fusión está en su punto más alto en esta
última incursión de Brunel. Quizás sea cierto que todo lo que se pone de moda
vuelve a ponerse de moda una vez más, si uno espera lo suficiente. En estos días
muchos nos sentimos hambrientos de discos “de músicos”, lanzamientos que
equilibren buenas composiciones y notable probidad técnica. No sorprende a
nadie que conozca lo que Bunny es como músico que él es más que capaz de
destacarse por sí mismo, incluso al lado de la brillante y a menudo
desconcertante velocidad y articulación de McAlpine. Dado que McAlpine es también
conocido por su poderoso y enfático estilo de composición, tampoco es sorpresa
ver su nombre como compositor de dos de las canciones de este lanzamiento. Bunny expande la paleta de sonidos de los que se
nutre mediante el uso de un micrófono disparador MIDI Yamaha B1-D en su bajo.
Usado sobria e inteligentemente en el último tema del disco, titulado
“Bernard” (el verdadero primer nombre de Bunny), la polifónica introducción
abre la imaginación en cuanto a los sonidos que los bajistas podrían lograr si
se decidieran a explorar el uso de controladores MIDI. Sin embargo, a lo largo del disco, opta más bien
por un sonido de medio a grave, logrando al mismo tiempo una sorprendente
claridad. Esta claridad técnica combinada con el bajo Carvin “customizado”
de Brunel es la clave del éxito sonoro de Bunny, cuya gran destreza en el
instrumento se vería totalmente sacrificada sin ellos. Otro aspecto de la filosofía Brunel de hacer las
cosas es su comprensión de la necesidad de un plan de marketing apropiado. La música
de fusión no va a ser adoptada por ninguno de los sellos discográficos
importantes en el corto plazo, por lo que un artista de este género debe saber
cómo exponer su mensaje a las masas, virtualmente por las suyas. Lo cual nos
lleva al muy bien desarrollado website para la promoción y ventas de sus
lanzamientos actuales y anteriores, así como a lo que se conoce como sus cyber-lecciones
de bajo. Por un arancel de U$S 6.95 se puede comprar una lección completa de
cualquiera de los estilos y técnicas comúnmente requeridas en la música de
hoy en día. Tomando en cuenta el costo de una clase personalizada, de entre U$S
25 y U$S 250, Brunel ofrece una manera de hacer las cosas a bajo costo. La conversación con Bunny comienza con un examen de
las similitudes entre “CAB” y “Romantic Warrior” y la influencia que
Chick Corea, tecladista y compositor de Return to Forever ha ejercido sobre la
carrera de Bunny (debe destacarse que Bunny nació en Francia, y que aunque vive
en los Estados Unidos desde hace 22 años, todavía retiene un suave acento
francés, con la cadencia y la entonación que ello implica. Lo que no hace más
que enfatizar su encantadora y totalmente entendible manera de hablar). BB: Sabes, Chick Corea es muy importante para mí,
fui uno de los tipos que tuvo la buena suerte de tocar con él. Siempre fui un
fan de ese tipo de música, y por mucho tiempo, de hecho, me he considerado un músico
de fusión. Es extraño porque la compañía de discos no tiene una clasificación
de fusión, por lo que para ellos te conviertes en un “jazzero”. Así que,
aunque hago trabajos jazzísticos con contrabajo y todo eso, todavía me
considero un “fusionero”. ¿Lo
has tratado a Alain Caron? (otro gran bajista de seis cuerdas de Quebec, Canadá) BB: Una vez por año hacemos lo que llamamos el Bass
Summit (N. del T.: algo así como “la
cumbre del bajo”). Es un evento auspiciado por los fabricantes de cuerdas
La Bella, y lo hacemos con otro bajista llamado Brian Bromberg. He tocado con
ellos varias veces. Tienes
un website bien desarrollado, tanto para tus cyber-lecciones como para el
marketing de tus discos. BB: la gente quiere poder conseguir información
sobre qué comprar y donde conseguirlo. En el tipo de música que yo hago, nunca
encuentras los discos (en las disquerías convencionales). Gracias a Internet,
la gente ahora puede encontrar mis discos en cualquier momento. Si alguien vive
en el fin del mundo, mientras tenga acceso a Internet puede conseguir mis discos Mientras que quizás ni siquiera tenga acceso a una disquería
convencional…
BB: cuando vas a la disquería, sólo venden los
discos top ten, y eso es todo lo que venden, salvo que vayas a Tower Records o
Virgin Records, pero si no tienes ninguna de éstas cerca, estás perdido. No
vas a encontrar ningún disco que busques, vas a tener que ir a una de las
disquerías pequeñas y ordenarlo a pedido. ¿Y que pasa si ni siquiera ellos
saben dónde ordenarlo? Pero con Internet …¡boom! También libera al artista de la dependencia
respecto de la Gran Compañía de Discos como única alternativa para llegar a
todo el mundo. BB: pero desgraciadamente, esto también tiene una
desventaja: ¡Internet es el lugar donde la gente QUIERE TODO GRATIS! No
entienden, y tratan de que los gobiernos no se metan con Internet porque, por
supuesto, no quieren que sea regulada en absoluto. Entiendo que la comunicación
no debiera ser un asunto gubernamental, y que la gente debiera poder comunicarse
gratis. Pero la gente interpreta eso como en Internet todo tiene que ser gratis.
No estoy de acuerdo con eso; no se dan cuenta que hay gente que se pasa horas y
horas grabando su música, inclusive armando las páginas web, todo para poner
la música en Internet. No hay razón para que los demás la obtengan gratis.
Pero así es como lo ven. El problema con los archivos MP3 es toda la gente que
se los baja y los intercambia, se convierte en una cuestión de trueque, libre
cambio, tipo “tengo una copia de Bruce Springsteen, ¿tienes algo de
Prince?”. Se ha convertido en un foro para traficar música,
el trabajo duro y las creaciones de los artistas, tal como si fueran figuritas
de béisbol… BB: Exactamente. El problema será, por supuesto,
que nadie va a recibir un centavo en el medio de todo esto. Así que, para los músicos,
lo único que quedará es la gente que quiera una copia de los discos en CD. Sólo
esa gente va a comprar música. Y con los grabadores de CD se pueden hacer sus
propias copias en CD, con sonido tan claro y lleno como cualquier CD, así que
hasta el artista pierde. Excepto los impulsos creativos, ¿qué motiva a un
artista? BB: el problema también está en la gente que
compra esos pequeños reproductores de MP3 en los que se puede reproducir un
disco entero. Los jóvenes prefieren tener un aparatito del tamaño de un pager
en la cintura, con hasta 300 canciones en él, antes que comprar un CD. ¿Lo que dices es que, sin regulaciones de algún
tipo en Internet, hay una tendencia a subvalorar o a ignorar completamente el
valor de las cosas en la red? BB: Exactamente. Aquí hay una similitud con la falta de pago de
royalties y la falta de
reconocimiento al trabajo que plagaban la industria fílmica en sus comienzos.
Muchos artistas de esa era, y esto incluye a los primeros programas de televisión,
nunca vieron un centavo en royalties. Lo mismo pasa hoy en día en Internet. La
gente no tiene derecho a vender, a obtener beneficios por sus esfuerzos
creativos. BB: Sí, todo en Internet se convierte en un “todo
vale”. Eso es lo que me asusta hoy en día. Otra forma de verlo que quizás
abra más posibilidades de tocar en vivo. Quizás la gente termine viniendo a
los shows y a lo mejor allí mismo puedas vender tu música. El sistema de las
compañías discográficas ya no funciona. Está jodido. No se dan cuenta. No
estoy hablando de mi disco, es fusión, es como una gota de agua en el océano,
pero todos estos pesos pesados como Springsteen y los discos número uno, esos
son los discos que no se van a vender. Esos son los más proclives a convertirse
en el “todo vale” de Internet. Si me nombras una canción cualquiera, la que
se te ocurra, y yo me conecto a Internet, te apuesto dinero a que la encuentro
gratis. Horrible y real. BB: Es justo lo que le estaba contando a alguien.
Estoy haciendo algo con una compañía llamada SPINRecords.com, que es una compañía
que vende archivos MP3 en Internet. Están haciendo uno de mis discos como
download. Sólo saqué un disco así, y voy a chequear dónde puedo conseguirlo. ¿Vas a controlar dónde terminan las copias? BB: Sí, quiero ver como va (risas). No quiero
darles todos mis discos, sólo uno, y controlar a ver dónde termina. Si se
venden, genial. Las compañías de discos están tratando de poner protección
de derechos de autor, pero con las computadoras se puede soslayar cualquier
protección de derechos de autor. No conozco ninguna empresa que tenga esta
protección de derechos de autor que no haya pirateado el software que usa. ¡Hay gente a la que nunca se le ocurriría asaltar
un banco ni robar de una tienda, pero que “robaría” esto! BB: ¡por eso es tan terrorífico! Gente que nunca
le robaría nada a nadie, pero lo hacen en la red por que en Internet todo
“debería ser gratis”. Me alegra que hablemos sobre Internet, tú y yo
estamos en ello, así que viene bien que hagamos tomar conciencia a la gente.
Hay que encontrar una manera de solucionar el problema. Una
comparación: la gente que conduce un auto en la calle invariablemente se
comporta de manera relativamente razonable
(N. del. T.: ¡el autor de la nota definitivamente no conoce Buenos Aires!).
Se mantienen en su carril, comportándose como parte de un sistema que funciona.
Pon a esa misma gente en el estacionamiento de un mall, sino luces ni calles
reguladas, y el caos comienza. Bueno, ¡volvamos a la música! Cuéntale algo a
nuestros lectores sobre tu cyber-escuela. BB: tuvimos que cambiar el formato. Originalmente íbamos
a tener a los estudiantes tomando lecciones por un mes, pero no funcionó.
Cambiamos el formato de modo que ahora es lección por lección. Buscas la lección
que te interese y pagas por esa lección, creo que U$S 6.95, y tienes la lección.
Cuando necesitas otra simplemente vuelves y haces lo mismo. Creo que es muy
accesible. Yo cobro U$S 65 por hora de clase personalizada, así que por un décimo
de ese precio tienes el mismo tipo de lección que te daría en persona si
vienes a verme. Por supuesto que es mejor en persona, el toque personal, se
pueden corregir cosas, tú mueves los dedos y dices, “no, así no”, ¡puedes
golpear al alumno en la cabeza (risas) si es necesario! Creo que las cyber-lecciones
están funcionando de todos modos. Yo sigo agregando lecciones, actualmente
tengo unas diez. Acabo de terminar otras diez, y la persona que se ocupa del
website está editando el video. Probablemente estén online la semana que viene
(N. de. E.: esto fue a principios de junio de 2000). Así que habrá unas 20
lecciones. Y la gente puede elegir exactamente qué es lo que quiere practicar.
Se muestran las digitaciones y todo. Doy lecciones a tipos que nunca tocaron y a
otros que han tocado por 20 años. La primer lección que doy es sobre digitación
de ambas manos. Es sorprendente que aunque vayas a Berklee, ya nadie enseña cómo
tocar. Usas un estilo flamenco en tu mano derecha, empleando sólo
los dedos índice y pulgar rectos y rígidos…
BB: Lo hago porque intenté casi todo. Un día
estaba tocando con un cantante francés muy famoso y tenía un guitarrista que
tocaba tan bien como Paco de Lucía. Este tipo tocaba tan rápido con sólo dos
dedos, ni tres ni cuatro. Inclusive arpegio y líneas complejas, todo con sólo
dos dedos. Hasta hoy no conozco ningún bajista que pueda tocar, ni aun con los
cuatro dedos, a la misma velocidad que logran estos tipos con sólo dos dedos. ¿Y
el resto de la mano derecha se mantiene bien relajada? ¿No hay riesgos de
tendinitis o síndrome del túnel carpiano? (N. del T.: el “síndrome del túnel
carpiano” es una patología que afecta los tendones de la mano por excesos de
esfuerzo en las muñecas). BB: No. Diseñé un bajo para Carvin, el modelo BB (sus
iniciales). En principio lo diseñé para Gibson, pero no lo fabrican más. Así
que lo hice con Carvin; de todos modos, diseñé el bajo como para que el mango
no se mueva en absoluto al tocar, muy bien balanceado, de modo que no hay que
sostenerlo con los músculos del antebrazo. De modo que cuando pongo mis manos
sobre el bajo, no se generan ángulos extremos en las muñecas ni en ninguna
otra parte. Fue diseñando para evitar los ángulos pronunciados. Si lo haces,
no desarrollas el síndrome del túnel carpiano. Aparentemente el mango es más angosto en el lado de
las cuerdas agudas y más ancho en el lado de las cuerdas graves para ayudar a
que los dedos se mantengan rectos. BB: Lo que hice fue, en el bajo de cuatro cuerdas,
mantener la distancia normal entre las cuerdas de un Jazz Bass. En el de cinco,
en lugar de mantener el mismo ancho en ambos lados del mango, lo hice asimétrico,
más angosto en el lado agudo para que no de la sensación de un rectángulo.
Tiene el feel de un cuatro cuerdas. Mantuve la distancia entre cuerdas de los
Fender, quizás un poco menor en el de cinco cuerdas. Es bastante cercano a eso
como para que no haya problemas al pasar del bajo de cuatro al de cinco. Además
yo toco contrabajo, que es más grande todavía, así que no puedo diseñar nada
demasiado pequeño. La mayoría de los buenos bajistas han tocado algún Fender
de alguna manera, así que mantuve esa distancia entre cuerdas. Cuéntanos sobre el contrabajo eléctrico que diseñaste. BB: Diseñé un contrabajo que uso permanentemente.
Tengo un grupo con el que tocamos jazz puro, no la onda antigua, más bien tipo
Herbie Hancock o Chick Corea, y uso ese contrabajo eléctrico que a todos les
encanta. No sólo suena genial sino que tiene muy buen aspecto. Había un
luthier que los construyó durante un tiempo pero está prácticamente en
bancarrota, y ya no tiene tiempo de hacerlos, así que estoy buscando otro
fabricante que los haga. Vendí todos los prototipos que tenía, y ya no me
quedan más, así que necesito construir más. Me quedan tres que son míos. Por lo que escuché, le pusiste marcas de posición
al contrabajo eléctrico para los bajistas que recién comienzan en el
contrabajo. BB: lo que hice fue ponerle pequeños puntos en el
costado del mango. Un mango de contrabajo es mucho más grande que el de un bajo
eléctrico así que es probable que no sepan donde están las notas. Hasta Jeff
Berlin lo probó hace un tiempo y me decía “no puedo tocar el contrabajo”,
pero probó el mío y me dijo “¡éste sí que lo puedo tocar!”. Las cuerdas
están muy bajas. Se pueden levantar, hay gente a la que le gusta tirar de las
cuerdas como locos, pero pueden quedar tan bajas como en un bajo eléctrico. Una y otra vez veo un firme sentido de los negocios
en todas las cosas que haces. ¿En esta etapa de tu vida ya forma parte de ti? BB: Vengo tocando desde hace bastante. En un
principio tienes expectativas. Esperas que las cosas se den de cierta manera.
Pero al poco tiempo te das cuenta de que sólo unos pocos tipos tiene la suerte
de hacer ciertas cosas. Yo fui muy, muy afortunado al conocer a Chick Corea. No
basta ser buen músico, hay que estar en el lugar indicado en el momento justo. Sin importar dónde estés tocando, ni en qué clase
de ligar, nunca se sabe quién está entre el público. BB: Siempre le digo a todo el mundo “hay que estar
listos”: si tu momento te llega y no estás listo, pierdes el bote. Yo tuve
suerte. Estaba en el lugar indicado en el momento justo. Pienso en todos los músicos de las bandas en las
que toqué que comenzaban a beber antes de subir al escenario o estaban tan
ocupados persiguiendo faldas que no les quedaba nada para la música. Al mismo
tiempo, a menudo pensaba que no tenían idea de quién podía estar entre el público
esa noche. Nunca sabes quién se levanta y se va. BB: Exactamente. Lo que siempre les digo a todos es
que hay que practicar para ser el mejor. No te puedo garantizar que vas a
terminar tocando con Herbie Hancock o alguien así, pero por lo menos, si un día
entras en contacto con alguien así y está ahí para escucharte, estás
preparado. A mí me sucedió, tocando en club de Londres, el club Ronnie Scott,
donde tocaba con un trío de jazz que realmente “cocinaba”. Todas las noches
caía al club un tecladista llamado Patrick Moraz, que vivía en Londres en esa
época. Me decía “wow, sólo hay un par de tipos que tocan como tú. Jaco y
Jeff Berlin, y Stanley Clarke, nadie más”. Eso era un muy lindo halago, que
por supuesto le agradecí. Patrick me contó entonces que iba a ver a Chick
Corea, me dijo “está tocando en la ciudad y le dije que viniera a escucharte”.
Yo le dije “¡lo que tú digas!”. El tipo realmente habló con Chick y Chick
estaba buscando un bajista. Stanley Clarke se había ido de la banda y
necesitaba alguien que llenara sus
zapatos, supongo. Y así fue, así conseguí un lugar con Corea. ¿Y no te puso nervioso que te llamaran para
reemplazar nada menos que a Stanley Clarke? BB: Sí, es raro sin embargo, porque tenía la
suerte de haber estado tocando desde hacía bastante. Tenía 28 años así que
me tenía mucha confianza. Por supuesto que estaba un tanto asustado, ¡como
cualquier persona sana! Pero no iba a aflojar. Me acuerdo que me consiguieron un
vuelo que tardó una eternidad en llegar a Los Angeles. Me bajé del avión y me
fui directo al estudio, sin dormir. Estuve ahí por doce horas, no es chiste. ¡Entré
pateando culos, como llevado por el diablo! Sabías que era importante. BB: Oh sí, sabía que era la mía. Estaba ahí y me
querían escuchar desde la primer nota. Grabé el disco “Secret Agent”.
Todavía no está en CD, pero halé con Ron Moss, manager de Corea, y me dijo
que finalmente lo van a sacar en CD. La primer canción que toqué para ese
disco fue “Latin”. Estás involucrado con los controladores MIDI para
el bajo. BB: Sí, desde hace un tiempo. Fui uno de los
primeros bajistas en grabar con MIDI. Después conocí a otro, el único que
conozco que es Brian Bromberg. Probablemente me le adelanté por uno o dos años. ¿Todavía los usas activamente? BB: Oh, sí. Los usé un montón en “L.A. Zoo”,
y si escuchas la última canción de “CAB”, llamada “Bernard”, me
escucharás usando el sintetizador bajo. El problema de usar MIDI es que la
gente no sabe lo que estoy haciendo. Escuchan el teclado, la guitarra y el bajo
sonando y no saben que todo eso lo toco yo. Y
lo que usas con un controlador es el micrófono Yamaha B1-D. BB: Tengo el G-50 también. Es el único
sintetizador que realmente funciona. Mejor que el Roland y todo. El tracking es
muy parejo, incluso en las notas más graves, aun en la quinta cuerda, lo cual
es sorprendente. Escuché que tienes un garage lleno de tecnología
MIDI de descarte. BB: Sí, ¡esto nuevo es lo único que realmente
funciona! ¿Cómo te conectaste originalmente con Carvin? BB: Bueno, en primer lugar colaboré con Yamaha en
la serie BB, que fue la serie que mejor vendió hasta hoy en día, sabes. ¿Mejor que el modelo de Billy Sheehan? BB: Quizás ahora no, porque no sé si se siguen
vendiendo. Probé el bajo suyo el otro día, Billy estaba tocando en la ciudad y
yo estaba en su vestuario. Levanté el bajo para probarlo. Para mí, no es nada
que me haga decir “¡wow!”. Está bien, no es un mal bajo. Billy es buen músico
y un gran bajista. Creo que venderá muchos bajos. Dennis Chambers, tu baterista en “CAB”, trabaja
con Billy Sheehan en Niacin, lo nuevo de Billy. ¿Cómo fue que te asociaste con
Dennis? BB: Por algún motivo recibí un e-mail. Alguien me
había mandado un e-mail de una carta que Dennis le había mandado a otro músico
y tenía su dirección. Así que le mandé un e-mail. Lo conozco de hace un
tiempo. Anduve de gira y lo veía tocar con Mike Stern, y los dos decíamos
“tenemos que tocar un día de estos”. Hablando con Michael Varney de
Shrapnel Records le pregunté sobre Dennis Chambers y me dijo “déjame llamar
a Dennis”. Así que Dennis me mandó un e-mail diciendo “¡hagámoslo!” En tu agenda de gira no parece que estés trabajando
con Dennis en la gira de “CAB”. BB: No, el tema es que está muy ocupado con Niacin.
A menudo toca con Mike Stern, también con John McLaughlin. Tiene tres trabajos
así que está permanentemente en la ruta. Traté de traerlo para la fiesta de
lanzamiento del disco, pero no pude. Pero está este otro baterista, Jerry
Brown, que es sorprendente. Tiene un “groove” como ningún otro. Aquí una pregunta tonta, bueno, una de varias. ¿Qué
significa “CAB”?
BB: Taxi, nada más. ¿Ningún significado profundo? BB: No significa nada, como Niacin, ¿qué significa
eso? Nada. Trataba de encontrar algo “profundo” pero no me salió nada. Era
mi canción favorita del disco, pero el título no tiene un significado profundo
en absoluto. Segunda pregunta tonta ….¿de dónde viene el
apodo “Bunny”? Seguro te lo han preguntado cientos de veces, pero yo no
estaba allí. BB: Cuando era pequeño, a los ocho o nueve años,
iba a la playa con mi hermano, solíamos ir con dos chicas americanas que vivían
en el mismo edificio. Caminando hacia la playa, a mi hermano Robert le pusieron
“Bob” y cuando me preguntaron mi nombre les dije “Bernie”. No me
entendieron, porque me dijeron “Bunny”. Así que me lo quedé. ¿Habrá una gira de CAB? BB: Sí, por supuesto. Es lo que más queremos hacer.
De hecho, este disco es uno de los que mejor han vendido entre todos los que
hice, a todo el mundo le gusta. Vamos a hacer un “CAB II” en agosto o
setiembre, cuando pueda conseguir a Dennis otra vez. Mientras tanto, antes de
eso voy a hacer otro. ¿Cuándo vas a sentarte y no hacer nada, para
variar? BB: No puedes hacer eso, te quedas afuera del ciclo.
Para mí, sin embargo, es mejor hacer lo que hago que estar todo el tiempo de
gira, como Dennis. Así que este nuevo disco va a estar disponible en junio a
través de Shrapnel Records. Eres un ferviente creyente en no usar drogas, no
fumar, no beber en exceso, te cuidas con las comidas …además de los obvios
beneficios para la salud, ¿crees que te brinda salud y claridad mental también? BB: Creo que tendrían que darme una medalla porque
crecí durante los ’60. Sin fumar, sin drogarme para nada, no como el
Presidente. Era totalmente sobrio. Tuve mucha suerte, es sólo un sentimiento
personal de querer mantener el control. A mucha gente le gusta descontrolarse,
pero yo no quiero. No quiero “volar”, quiero tener los pies sobre la tierra
todo el tiempo. Es mi suerte, es la forma en que mi naturaleza es. Pienso así.
Y también por experiencia te puedo contar sobre todos mis amigos que se
drogaban, aunque sea fumando nada más, y cómo destruye la vida de la gente.
Fumar un porro te saca lucidez, y necesitamos esa lucidez a efectos de realmente
lograr cosas. Cuando pierdes esa lucidez, si te fumas un porro, realmente no
sabes lo que hiciste porque te sientes muy cool. Cuando fumas pierdes esa pequeña
voluntad de lograr cosas. No puedes sentado mirando televisión, haciendo tu
pequeño trabajo. Si quieres hacer algo tendrás que hacer un esfuerzo. El porro
te saca esa voluntad. No voy a nombrar a nadie, pero conozco algunos grandes músicos,
y pensaba en un saxofonista en este momento, que murió con cien dólares en el
bolsillo. ¿Por qué? Porque siempre le gustó el porro, aspirar coca y todo eso.
Un músico fantástico que tocó con todo el mundo. Recuerdo miles de casos así. En un planeta con seis mil millones de personas,
compitiendo entre ellas…
BB:…¡Es necesaria toda la lucidez que puedas
tener!! Se
pueden escuchar extractos del nuevo disco “CAB” en el sitio de Bunny, y
obtener información sobre sus lecciones, su nuevo disco y los anteriores también,
en http://www.bunnybrunel.com/pages/homepage/index.html Copyright © 2000 Global Bass
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