Global Bass Online May 2000
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MARCUS
BLAKE de la Rollins Band “Entre
un bajo y la pared” por Katie Owen traducción de
Sebastián Caffini La
Rollins Band, conocida por su rock poderoso y agresivo, ha pasado por varias
peripecias y ha salido de ellas más fuerte que nunca con su nuevo disco “Get
some go again”, lanzado el 29 de Febrero de 2000. Henry Rollins es acompañado
por una Rollins Band completamente renovada, conformada por los miembros de un
trío de rock de Los Angeles preexistente, Mother Superior. El bajista Marcus
Blake, el guitarrista Jim Wilson y el baterista Jason Mackenroth se unieron a
Rollins en un apasionado intento de recuperar la simpleza y la pureza del rock
duro, opuesto a la dulzura enfermante de los grupos pop de hoy día. Después de
una década de grabaciones con la Rollins Band, “Get some go again” es para
Rollins su primer álbum producido por él mismo, y bien podría considerarse
una de las composiciones de hard rock más energéticas del año. Henry
Rollins, megalómano confeso que conoció la fama con Black Flag, admitió que
estuvo cerca de abandonar la composición y la grabación de música por
completo. Eso hasta que se hizo amigo de los miembros de Mother Superior
mientras les producía su tercer álbum, “Deep”. Rollins se enganchó
inmediatamente con la onda cruda de Mother Superior, y supo que esos músicos en
particular podrían lograr lo que Henry quería para su siguiente disco. No fue
hasta que ese disco quedó terminado que se convirtió en un disco de la Rollins
Band. Tal inspiración repentina motivó a Rollins a despedir a los miembros
anteriores de la Rollins Band, con quienes había trabajado por más de una década. Puede
describirse a los miembros de Mother Superior como a los salvadores de Henry
Rollins musicalmente. Si nunca se hubiera dado esa unión, el álbum de 1997
“Come in and burn” hubiera sido el último lanzamiento de la Rollins Band.
Durante el primer ensayo, accidentalmente en a misma sala de ensayos donde Black
Flag ensayó por primera vez dos décadas antes, se compusieron cuatro canciones
en una noche, y el resto es historia. “Get
some go again” fue compuesto en apenas cinco días y grabado poco tiempo después
de que Rollins volviera de su gira mundial de conferencias. En enero de este año
el video clip del single “Illumination” fue filmado en Calcuta
y en Los Angeles. Un mes después la Rollins Band salió de gira
promocional por Europa y los Estados Unidos en apoyo de “Get some go again”.
Ahora llega nuestro turno, con la Rollins Band finalmente llegando a las costas
de Australia una vez más, comenzando su gira el 13 de abril. Me
encontré con Marcus Blake, tercer bajista de la Rollins Band, más bien agotado
en su hotel en Melbourne una mañana de Pascuas. Me resistía a golpearle la
puerta de la habitación, dado el gran letrero de “no molestar” que colgaba
del pomo de la puerta. Sin embargo, me recibió un Blake hospitalario, aunque
exhausto. La habitación estaba lejos de lo que fueron los primeros tiempos de
la Rollins Band, en los que dormían en la camioneta de la gira, pero el confort
está bien merecido. Le
pregunto a Blake si su estado es autoinducido, debido posiblemente a excesiva
parranda en la noche anterior. Pero no. Es su primera salida de los Estados
Unidos y todo el ajetreo finalmente se está haciendo sentir. Comenzamos
nuestra entrevista, sentados en torno a la mesita de café, mientras las imágenes
sin sonido de la televisión nos miraban desde la pantalla muda. Obviamente
has sido fan de Henry Rollins desde hace un tiempo. ¿Fue por eso que le pediste
que produjera el disco de Mother Superior, “Deep”? MB:
Sí, esa es la razón exacta. ¿Por dónde empiezo? Jim, el guitarrista, y yo,
vivíamos juntos, y él había trabajado en un negocio de discos usados donde
Henry solía ir, así que Jim le dio una grabación de Mother Superior, un par
de demos, hace años. Henry lo llamó esa noche, de hecho, y dijo que le
encantaba. Nos mantuvimos en contacto desde entonces. Así que antes que nada éramos
amigos. Luego él tuvo problemas con la banda anterior. Bueno, en realidad no
tuvo problemas, sino que se cansó. Bueno,
estuvieron juntos mucho tiempo... MB:
Si, como diez años y medio. Así que ya estaba pensando en hacer otras cosas
nuevas, y creo que, para él, producir “Deep” fue como una especie de prueba. Escuché
que a Rollins le encantó el disco “Deep”. MB:
Sí, vio lo fácil que trabajamos, y que teníamos los temas listos en tres
tomas. Si se necesitaban más de tres tomas, pasábamos a otra canción. ¿Les
sorprendió que Rollins viniera a pedirles que grabaran algunas canciones con él? MB:
¡Oh sí! Fue una buena sorpresa. No lo podíamos creer. Nos preguntábamos, “¿en
serio?”. Pero en principio dijo algo como “voy a hacer un par de temas con
ustedes, y tal vez algo con Goldie”. Iban a participar más personas. Pero
después empezó a decir “¡esto está funcionando bien!”. ¿Tenían
idea en ese momento que estaban trabajando en lo que sería el nuevo disco de la
Rollins Band? MB:
No (risas), no teníamos ni idea ...no nos hicimos llamar la Rollins Band hasta
que el disco estuvo listo. Nos preguntábamos qué nombre darle a la banda,
inventábamos nombres. Entonces Richard, nuestro manager, nos dijo que
simplemente le pusiéramos “Rollins Band”. Y así hicimos. ¿Hubo
animosidad con los miembros anteriores? MB:
Todavía no los conocimos (risas). Conocimos a Tao, el viejo sonidista, mientras
tocábamos en un show en Amsterdam hace un par de semanas, pero no les tenemos
miedo (risas). No, no. Escuchamos que hablaron bien del disco así que creo que
ha sido bastante positivo. Grabaron
en los estudios Cherokee de Los Angeles. MB:
Sí, un lugar legendario. David Bowie grabó “Station to Station” allí. Y
si miras hacia el techo en el área de la cabina, hay ....alguien dibujó un
pene gigante. Preguntamos de dónde había salido, y resulta que Rod Stewart lo
dibujó mientras grababa voces allí. Y lo dejaron ...ahora hay un gran pito (risas). Qué
bien. Algo para mirar. MB:
¡Sí! (risas). Los
tracks se grabaron y masterizaron en un lapso relativamente corto. ¿En sólo
cinco días tenían todo listo? MB:
Sí, sí. ...comparado
con el disco anterior de la Rollins Band, “Come in and burn”, que tomó
dieciocho meses... MB:
Sí, una eternidad. Esa fue una de las ventajas tocar por primera vez con Henry,
también. Fuimos a una sala de ensayo, la misma que Black Flag ensayó por
primera vez, de casualidad. Y salimos con cuatro canciones escrita esa misma
noche, ¡el primer ensayo! Así que aplicamos eso al proceso de grabación.
Funcionó genial. En
cuanto a la formación de la Rollins Band, es básicamente Mother Superior con
Henry Rollins. ¿No te resulta un poco extraño, como sumar un miembro a la
banda? MB:
Sí, todavía estamos tratando de acostumbrarnos de alguna forma. Pero es bueno.
Es más fácil para nosotros (risas). Le
han dado un nuevo elemento a la Rollins Band. Ya no tiene un feel bluesero
subyacente. MB:
¿Te parece? Sí.
Como si hubieran devuelto a la banda a las fuentes del hard rock. MB:
¡Cool! Aunque,
tengo entendido, eso era justo lo que Henry Rollins quería para este disco.
Algo más simple, un disco de hard rock directo. MB:
Sí, nosotros vamos con esto (se señala el corazón) antes que con esto (se señala
la cabeza), y creo que la banda anterior iba más con esto (vuelve a señalarse
la cabeza). ¿Cómo
fue trabajar con Cliff Norell, el ingeniero de “Get some go again”? MB:
Oh, sorprendente. Es un profesional total. Y rápido, también. Eso es lo que
nos gusta, rapidez. No nos gusta pasarnos horas en el estudio sacando este
sonido o aquél sonido. ¿Tuviste
libertad creativa para crear tus partes de bajo? MB:
Oh, absolutamente, absolutamente. Sí, de lo contrario no estaría aquí ahora.
Me hubiera ido hace tiempo, creo. ¿Henry
tenía material escrito antes de acercarse a Mother Superior, o fue saliendo en
jams? MB:
Salió en jams la mayor parte, pero a veces él viene con ideas, y nosotros las
traducimos en cierta forma. Viene y te dice “por qué no intentas un feel tipo
(tararea una línea de bajo)”, sabes, y luego nosotros le damos una tonalidad,
y a partir de ahí viene todo. Así que todo es mutuo. ¿Tocas
el bajo desde muy joven? MB:
Desde los diez años. Jim, el guitarrista, y yo tocamos justos desde que teníamos
diez y once años respectivamente. ...se
conocen de años... MB:
¡Como los Stones! ¡Tocando eternamente! (risas). También
tocas la batería... MB:
Un poco. Sólo para darme le gusto o para demos. Con
lo que estás más bien enquistado en la sección rítmica... MB:
Sí, creo que todos somos bateristas frustrados, sabes (risas). ¡Y creo que
funciona bien! ¿Usaste
un Fender Jazz y un Rickenbaker para las grabaciones? ¿Tienes preferencia por
alguno de los dos? MB:
El Jazz. Lo vengo usando desde hace años y años. A nuestro sonidista sigue sin
gustarle cuando toco el Rickenbaker. Todavía no domino en vivo el tratar de
sacarle los sonidos al Rickenbaker. Por
lo que en vivo usas siempre el Jazz. MB:
Sí. Tengo a mano el Rickenbaker para un par de canciones. Me gusta el sonido
que tiene, sabes, y me gusta ese sonido para ciertas canciones, pero todavía
sigo trabajando con él. El
Jazz es mucho más versátil. MB:
Sí. También es mucho más elemental, sabes. Es un sonido más abarcativo para
mí, mientras que el Rickenbaker es más agudo. ¿Siempre
fueron tus preferidos esos bajos, o has tenido otros? MB:
¡No! (risas). Son mis preferidos, sí. Una vez que me acostumbro a algo soy
leal, sabes, ¡pero me gustaría tener otros cuando haga algo de dinero! No, no
(risas). ¿Tienes
auspiciantes? MB:
Tuve algunas ofertas, pero en este momento no tengo auspiciantes. Sólo por las
cuerdas. Leí
que tuvieron algunos problemas con la fabricación del disco, y que el single
“Illumination” quedó fuera... MB:
En América; aquí en Australia no. Sí, ¡nos enteramos el día del lanzamiento
del disco! Fue una pesadilla. Hicimos un remix llamado “Illuminator” para el
tema que en video se llamó “Illumination”, que iba a salir como bonus track
en el disco, y no salió. Así que a la gente que escribió a una dirección de
mail que les dimos se le envió un CD complementario, con un solo tema. Así que
ya está solucionado. La
gira promocional por Europa fue corta. ¿Van a volver allí ahora que salió el
disco? MB:
Vamos a tocar en algunos festivales, varios festivales europeos de verano, así
que con eso completamos lo que dejamos a medias. Vamos a estar por allí
probablemente hasta fines del verano o principios del otoño. ¿La
recepción en Europa fue muy distinta de la que tuvieron en los Estados Unidos? MB:
Ah, es muy variable dentro de los Estados Unidos, así que es difícil
contestarte esa pregunta. Quiero decir, en cada ciudad hemos tenido una
respuesta diferente. En todos lados positiva, sorprendentemente. En ningún lado
nos dijeron que era una porquería, lo cual es bueno. ¡Tampoco nos tiraron
verduras podridas al escenario! Ha sido positivo. Rollins
Band tiene una base de fans muy fuerte aquí en Australia, también. MB:
Sí, escuché que llegamos al Top 40, ¡woooo! Vendimos todo (risas). ¿Cómo
eran las giras con Mother Superior? ¿Hicieron muchas? MB:
No. Esta es la primera gira para nosotros, los tres aquí en Australia. Sólo
habíamos ido a la costa oeste americana, y eso fue todo, así que estamos
expandiéndonos, eso es seguro. Ha sido muy emocionante. Aunque nos falta sueño,
porque queremos conocer cada lugar donde vamos, también. ¿Tienen
alguien que los lleve? MB:
Sí, a todas las disquerías. Para nosotros es como la comida. Porque son
influencias para futuras canciones. Estuvimos componiendo, escribimos algunas
ideas ayer en la habitación del hotel. Porque planeamos volver al estudio, en
Junio o en una pausa de la gira, para trabajar en el próximo disco de la
Rollins Band. ¿Ya? MB:
Sí, ¿por qué no? Estamos inspirados. Todavía estamos inspirados. Todos los días
en los ensayos es como si hubiera nuevas ideas que van apareciendo. Ya debemos
tener alrededor de quince temas. La última vez grabamos unas 35 o 40 canciones,
y las mejores doce o quince fueron las que quedaron para el disco. ¿Y
qué van a hacer con las que sobren? MB:
Las usaremos como lado B en diversos territorios, por ejemplo, usaremos una para
editar en Japón, etcétera. Para singles en CD, o para bandas de sonido. Vamos
a usar todo. ¿Ya
están tocando los viejos temas de la Rollins Band? MB:
Oh sí, porque son los temas que realmente nos gustan. Aunque tengo que admitir
que nos hemos concentrado más en el material nuevo, aunque nos gusta la reacción
de la gente a las canciones viejas, así que es bastante divertido. Y las
hacemos a nuestro modo además. No las copiamos, sabes, no las tocamos
exactamente igual. Sí,
me di cuenta de eso anoche, en “Tearing”. MB:
¿Te gustó el show de anoche? Sí,
estuvo bueno... MB:
¡Cool! Fue
la primera vez que vi a la Rollins Band en vivo. Antes sólo había ido a las
conferencias de Henry Rollins. Tuvo una energía sorprendente. Realmente intenso. MB:
Oh sí. Hicimos todo eso para calentarnos, hacía un frío exagerado en el show.
En la mayoría de los shows nos quedamos ahí parados nomás ... ¡no! ¿En
serio? ¡Eso no me lo imagino! MB:
¡Es imposible no compenetrarse! ¿Qué
fue lo que les hizo tomar la decisión de lanzar “Illumination” como single? MB:
No fue decisión mía. Fui el último en enterarme de ese single. En serio. No
podría elegir un single ni aunque me fuera la vida en ello. Prefiero que lo
haga otro. A mí me gusta todo el disco, todas las canciones. Creo que fueron
los managers los que decidieron. Me
gusta el groove lento de “On the day”. Sería bueno que saliera como segundo
single. MB:
¡A las chicas parece gustarles esa canción! No trato de ser sexista ni nada,
pero es así. Esa
y “Brother Interior”. Son las dos que se destacan para mí. MB:
Cool. Creo que el próximo single va a ser “Get some go again” (tema que da
título al disco). ¿Cómo
fue trabajar con el legendario guitarrista de MC5, Wayne Kramer? MB:
Muy cool. De hecho él produjo una canción de Mother Superior que todavía no
salió. Pero lo conocimos a través de Rollins, y tocó en un tema que
compusimos en una hora y que grabamos en otra hora, ¡así que entró y salió
en dos horas! Almorzamos juntos y nos contó todas sus historias con MC5, y
nosotros le preguntábamos cosas sobre Iggy Pop y todo eso. Fue genial, valió
la pena. Es un tipo con quien trabajar en muy cómodo, como que tiene la misma
mentalidad de hacer las cosas rápido. Si no logras terminar las cosas, ¿qué
estás haciendo en el estudio? El
tema que hicieron con Wayne Kramer, “L.A. Money Train”, es mucho más funky
que el resto del álbum. Es más reminiscente del viejo material de Rollins
Band, que tenía una veta más funk. ¿Habrá sido la influencia del bajista
anterior, Melvin Gibbs? MB:
Yo tampoco lo sé (risas). ¿Te
interesan los estilos de jazz y funk? Sé que te gustan Miles Davies y David
Bowie. MB:
Sí. Si ves nuestra colección de discos te das cuenta que hay un poco de todo.
Tu sabes, Parliament, Funkadelic. No soy un tipo de músico pop sin embargo, más
bien soy un bajista melódico. Digo, Paul Mc. Cartney es mi mayor influencia
como bajista, porque es melódico. Si sacas sus líneas de bajo de una canción,
podría ser una canción distinta. Así que creo que estoy más en esa línea.
¿Cuál era tu pregunta? (risas). Si
alguna vez te interesaron los estilos de jazz o funk... MB:
Sí, de hecho tocábamos más en esa onda con Mother Superior. Me encanta esa
onda, la onda funk. Espero que podamos hacer algo más de eso en el próximo
disco de la Rollins Band. Somos como la Band of Gyspies, sabes, la onda de
Hendrix, nos gusta el groove, sabes. Honestamente,
no he escuchado mucho de Mother Superior. MB:
OK, te enviaré una copia. No sé
que tan fácil de conseguir es aquí en Australia. MB:
Yo tampoco. Estamos trabajando en ello, tratando de que se editen algunas cosas. Así
que Paul Mc Cartney es la mayor influencia en tu estilo. ¿Hay algún otro a
quien idolatraras cuando eras más joven? MB:
James Jamerson, el tipo que tocó en todos los discos clásicos de Motown.
Bootsy Collins... ¡Sí,
totalmente! MB:
No sé quién tocó en éste ...en “Pet Sounds” de los Beach Boys ...Brian
Wilson hizo todos los arreglos, pero creo que fue Carol Kaye la que tocó el
bajo, sin embargo. ¡La chica sesionista! Pero podría seguir todo el día
nombrando bajistas. Y me gusta como toco yo, también. ¿Puedo decir eso? (risas).
Ron Carter es otra influencia. Y me gusta Kate Bush también. ¡Me
encantaba Kate Bush en mi infancia! MB:
¿En serio? ¿Y qué fue de ella? No sé.
Tori Amos me recuerda mucho a ella. MB:
Sí, por eso no escucho mucho a Tori Amos, ¿entiendes lo que quiero decir? Quizás
debería escucharla más, porque no hay suficientes discos de Kate Bush (risas). Desapareció
de la faz de la tierra, ¿no? MB:
Sí, y solía volver cada cinco años. Pero ya pasaron siete ú ocho años desde
su último disco. Obviamente,
la formación actual de la Rollins Band no es sólo por este disco... MB:
No, habrá más. Vendrán más discos, sí, definitivamente. Bien.
¿Y cuando vuelvan a los Estados Unidos van a hacer más shows por allí? MB:
Sí, cuando volvamos allí vamos a salir a tocar en ambas costas, y después a
los festivales del verano. Y luego vamos a tratar de ir a algunos lugares extraños.
Quizás a Israel, Grecia e Italia, que sería un placer visual para mí. ¿Nunca
habían salido de los Estados Unidos? MB:
No. Y Henry nos dice cosas como “Sí, esta es la decimoquinta vez que vengo a
Australia”, y yo le contesto “bien, por qué no me muestras dónde está la
disquería más cercana?” Para
terminar, leí una vez que querías ser Presidente de los Estados Unidos... MB:
¿Dónde leíste eso? En
el website de Mother Superior. ¿Hace mucho que no lo lees? MB:
No, eso es un chiste viejo. ¿Y?
¿Todavía quieres serlo? MB:
¡Carajo, no! ¿Quién querría? ©
Katie Owen 2000 Katie
Owen es la corresponsal australiana de Global Bass, y reporta las noticias desde
allá abajo. Se la puede localizar en katie@globalbass.com,
cuando no anda llamando la atención por allí. La
Rollins Band puede ser encontrada en http://www.dreamworks.com
y el website de Mother Superior está en http://listen.to.mothersuperior. |
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